Cielo, mar y tierra.

A veces me siento débil, y el alma afligida tiene el llanto de la brisa. Los sollozos de las olas

navegan por mis venas. ¿Y quién me guarda? Quién me abraza con sus alas infinitas, con su espacio inmenso? El viento

me lleva por caminos que florecen en poesía, y yo siento que en el cielo, en mar y en tierra, es el hogar de mi alma errante.

  • Rosalía de Castro